Autoridades etíopes clamaron por asistencia humanitaria en carácter de urgencia, para poder mitigar las serias carencias que enfrentan más de 23 millones de personas, debido a la sequía.
Esa región, conocida como Cuerno del África, es seguidamente castigada por las sequías y Etiopía es uno de los países más pobres del continente. La desnutrición infantil es uno de sus mayores dramas y más de la mitad de sus casi 80 millones de habitantes vive por debajo del umbral de pobreza.
A esa situación se suma la total falta de infraestructura, tienen problemas para el acceso agua y un deficiente sistema de saneamiento. Los pocos recursos con los que contaban sus gobiernos se vieron seriamente comprometidos por más de tres décadas de guerra civil, que mermaron su producción agrícola y obligaron al desplazamiento a un sinnúmero de habitantes.
Según los representantes gubernamentales, ellos hacen todo lo posible para ayudar a los damnificados por la sequía en varias regiones del país, pero admiten que no cuentan con los recursos necesarios y por eso apelan a la ayuda internacional de gobiernos, así como, de organizamos humanitarios.
Además de la sequía, el gobierno etiope reconoce que tiene dificultades para enfrentar la pandemia del COVID-19, y principalmente controlar el conflicto con el grupo subversivo Frente de Liberación Popular de Tigray.
En medio del caos, las autoridades se comprometieron a mantener la paz, derogando con antelación el estado de emergencia nacional, para permitir que las personas puedan desplazarse con mayor facilidad.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter