Este miércoles, Estados Unidos y sus aliados occidentales se enfrentaron con Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU por la responsabilidad de un ataque mortal con misiles en Polonia cerca de la frontera con Ucrania, suceso que el jefe político de la ONU calificó como “un recordatorio aterrador de la absoluta necesidad de evitar una mayor escalada” de la guerra de nueve meses en Ucrania.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos, expresó al consejo: “Esta tragedia nunca habría ocurrido de no haber sido por la invasión innecesaria de Rusia a Ucrania y sus recientes ataques con misiles contra la infraestructura civil de Ucrania”. Vassily Nebenzia, el embajador de Rusia ante la ONU, acusó a Ucrania y Polonia de intentar “provocar un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN”.
Estados Unidos y Albania solicitaron la semana pasada una actualización del consejo sobre la situación en Ucrania, y la reunión estuvo dominada por el ataque con misiles en Polonia, que tuvo como consecuencias letales, la muerte de dos trabajadores agrícolas.
Nebenzia señaló las declaraciones del presidente de Ucrania y los funcionarios polacos que inicialmente indicaron que Rusia era responsable. El jefe de la OTAN y el presidente de Polonia expusieron este miércoles que no hay pruebas de que haya sido un ataque deliberado y que probablemente fue un proyectil de la era soviética lanzado por Ucrania mientras se defendía de los misiles y drones rusos que destrozaron su red eléctrica y golpearon edificios residenciales.
La subsecretaria general de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo reiteró que los ataques contra civiles y la infraestructura civil están prohibidos por el derecho internacional, señaló que continúan las “duras batallas” en el este de Donetsk y Luhansk y expresó a los miembros del consejo que “no se vislumbra el final de la guerra”. También añadió que “mientras continúe, los riesgos de un desbordamiento potencialmente catastrófico seguirán siendo demasiado reales”