Estados Unidos impuso una nueva ronda de sanciones a 130 empresas y personas de Turquía, China y los Emiratos Árabes Unidos en un esfuerzo por limitar el acceso de Rusia a las herramientas y equipos que apoyan su invasión de Ucrania.
Las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro se dirigen a empresas y personas de terceros que presuntamente ayudaron a Moscú en la adquisición del equipo necesario en el campo de batalla, incluidos proveedores. Además, el Departamento de Estado impuso sanciones diplomáticas dirigidas a la producción de energía rusa y a su sector de metales y minería.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que Rusia “depende de personas y entidades de terceros países dispuestas a reabastecer a sus militares y perpetuar su atroz guerra contra Ucrania y no dudaremos en responsabilizarlos”.
“Las acciones de hoy demuestran nuestra mayor determinación de seguir interrumpiendo cada eslabón de la cadena de suministro militar rusa y apuntar a actores externos que buscarían apoyar el esfuerzo de guerra de Rusia”, dijo en un comunicado.
El secretario de Estado Antony Blinken dijo que las sanciones del Departamento de Estado se impusieron a las personas involucradas en la evasión de sanciones, entre otras cosas. “Nuestras acciones de hoy también se dirigen a las futuras capacidades energéticas de Rusia, lo que limitará la capacidad de Moscú de canalizar los ingresos futuros hacia sus objetivos destructivos”, dijo Blinken.
Las últimas sanciones se basan en los miles de sanciones financieras impuestas a la infraestructura rusa y a sus funcionarios, bancos y oligarcas.
Junto con la imposición de sanciones individuales, EE. UU. y sus aliados han congelado los fondos del Banco Central Ruso, han restringido el acceso de los bancos rusos a SWIFT, el sistema dominante para las transacciones financieras globales, e impuesto un límite de precio de 60 dólares por barril al petróleo y el diesel rusos.
Redacción de: Karen Rodríguez