Una reciente evaluación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) destaca la persistente contaminación de ríos y arroyos en Estados Unidos, principalmente por nutrientes provenientes de fertilizantes agrícolas. Esta situación afecta negativamente la calidad del agua potable y contribuye a la formación de una vasta “zona muerta” en el Golfo de México, donde la vida acuática no puede prosperar.
La problemática se concentra en las regiones agrícolas que desembocan en el río Mississippi, donde más de la mitad de los kilómetros de ríos y arroyos en la cuenca presentan condiciones deficientes en términos de niveles de nitrógeno y fósforo.
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- 1 Durante décadas, las autoridades federales y estatales han luchado por controlar la escorrentía agrícola, la mayor fuente de contaminación por nutrientes que normalmente no está regulada a nivel federal.
- 2 Este problema podría volverse más difícil de controlar a medida que el cambio climático produzca tormentas más intensas que arrojen lluvias en las regiones centro-norte y sur de Estados Unidos.
Durante décadas, las autoridades federales y estatales han luchado por controlar la escorrentía agrícola, la mayor fuente de contaminación por nutrientes que normalmente no está regulada a nivel federal.
La evaluación se basa en datos recopilados entre 2018 y 2019, y revela que la contaminación no ha mejorado significativamente en comparación con evaluaciones anteriores. Las lluvias intensas, exacerbadas por el cambio climático, son un factor complicador, ya que transportan los fertilizantes desde los campos agrícolas hacia los cuerpos de agua cercanos.
Este problema podría volverse más difícil de controlar a medida que el cambio climático produzca tormentas más intensas que arrojen lluvias en las regiones centro-norte y sur de Estados Unidos.
Los niveles de fósforo disminuyeron ligeramente, mientras que los niveles de nitrógeno apenas experimentaron cambios. La salud biológica de los ríos también se ve afectada, con alrededor del 50% de los kilómetros de río evaluados en malas condiciones para diversas especies acuáticas. Además, aproximadamente un tercio de los ríos fueron calificados como en malas condiciones para la diversidad de especies de peces.
Estos hallazgos resaltan la urgencia de abordar la contaminación del agua y la necesidad de implementar medidas más efectivas para reducir la escorrentía agrícola y proteger la calidad de los recursos hídricos en Estados Unidos.
Redacción de: Karen Rodríguez A.