Tras el anuncio del primer ministro canadienses, Justin Trudeau, sobre la apertura de la frontera con Estados Unidos para viajes no esenciales, muchos canadienses y estadounidenses estaban comprensiblemente emocionados al enterarse de tan excelente noticia; sin embargo, Estados Unidos no parece tener la intención de hacer lo mismo.
DHS is in constant contact with Canadian and Mexican counterparts to identify the conditions under which restrictions may be eased safely and sustainably.
— Homeland Security (@DHSgov) July 21, 2021
El presidente Joe Biden y su equipo están extendiendo las medidas actuales en los cruces terrestres y acuáticos hasta al menos el 21 de agosto y su Departamento de Seguridad Nacional indicó que la amenaza de transmisión de COVID-19 entre los dos países aún se presenta. “El DHS está en contacto constante con sus contrapartes canadienses y mexicanas para identificar las condiciones bajo las cuales las restricciones pueden aliviarse de manera segura y sostenible”, escribió el organismo en Twitter después de confirmar la noticia, que había traspasado un Registro Federal prepublicado.
En teoría, las restricciones más estrictas sobre los viajes no esenciales desde Canadá y México a los Estados Unidos deberían haber expirado hoy, algo que no sucedió y tiene a varios políticos americanos enojados y descontentos por la extensión de estas ya que, hay toneladas de viajeros que continúan llegando desde destinos internacionales por vía aérea y, que claramente, el lado canadiense de la frontera se abrirá antes.
Mientras tanto, Canadá continuará con su plan de abrir la frontera a todos los estadounidenses completamente inoculados el próximo mes y a todos los viajeros vacíos de cualquier destino internacional a partir del 7 de septiembre.
Los ciudadanos canadienses y los residentes permanentes que tienen ambas dosis de una vacuna COVID-19 reconocida también han podido viajar sin enfrentar la controvertida cuarentena obligatoria del hotel (o cualquier cuarentena) desde el pasado 5 de julio.