A pesar de ser el país que más invierte en asistencia sanitaria, Estados Unidos ocupa el último lugar en varias medidas clave de atención médica en comparación con otros países de renta alta, según un informe publicado este jueves por el grupo de investigación independiente The Commonwealth Fund.
El informe reveló que los estadounidenses son más propensos a enfermarse, mueren más jóvenes y enfrentan dificultades para costearse la asistencia médica esencial. A pesar del alto gasto en salud, EE.UU. sigue siendo el país con peores resultados en términos de esperanza de vida, mortalidad y acceso a servicios médicos.
El estudio analizó el sistema sanitario de 10 países: Alemania, Australia, Canadá, Francia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, Suiza y Estados Unidos. Estados Unidos quedó en último lugar en términos de acceso, equidad y resultados de salud, destacando problemas en la atención de enfermedades crónicas y muertes evitables. Además, ocupó el penúltimo lugar en eficiencia administrativa.
En contraste, los tres países con mejores resultados fueron Australia, Países Bajos y Reino Unido, los cuales tienen sistemas universales de salud que garantizan acceso equitativo y asequible para sus ciudadanos.
Disparidades en el acceso a la salud
Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es que Estados Unidos es el único país del estudio que no ofrece cobertura sanitaria universal. Más de 20 millones de estadounidenses aún carecen de seguro médico, lo que exacerba las desigualdades en el acceso a la atención. El país también presenta las tasas más altas de muertes prevenibles y la mayor mortalidad infantil entre los países analizados.
A pesar de gastar más en salud que cualquier otro país de renta alta, EE.UU. no logra obtener mejores resultados. La burocracia en los seguros médicos y los altos costos para los pacientes se mencionan como factores clave que afectan la eficiencia del sistema y el acceso a servicios.
“Muchos países han simplificado sus sistemas de pago y seguros, garantizando que los pacientes y médicos no pierdan tiempo ni recursos en trámites administrativos innecesarios”, explicó Reginald Williams II, vicepresidente de política sanitaria internacional de The Commonwealth Fund.
El informe concluye que Estados Unidos debe considerar reformas sustanciales, como la ampliación de la cobertura sanitaria, la reducción de la carga administrativa y una mayor inversión en servicios sociales. Esto podría ayudar a cerrar la brecha de desigualdad en salud y mejorar los resultados generales para la población.
Redacción de: Karen Rodríguez A.