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Estados Unidos: continúan las repercusiones tras la eliminación del derecho a la interrupción del embarazo por la Corte Suprema

En un fallo considerado sorprendente para la mayoría de los estadounidenses, la Corte Suprema de ese país derogó la sentencia conocida como Roe contra Wade, que reconocía a las mujeres el derecho constitucional al aborto y lo legalizaba en todo el territorio. Ese derecho estaba vigente por casi cinco décadas, desde el año 1973.

Tras la decisión del máximo tribunal, serán los estados los que definan sus propias políticas de salud reproductiva. Según medios locales, se espera que alrededor de 26 estados gobernados por conservadores introduzcan restricciones o simplemente lo prohíban. El fallo es considerado una victoria de grupos conservadores y religiosos.

De hecho, trece estados sólo esperaban el resultado de la Corte para autorizar la entrada en vigor de las denominadas cláusulas de activación automática y así, prohibir inmediatamente la realización de abortos en mujeres que lo requieran. El dictamen fue definido con los votos de los seis jueces conservadores de la Corte.

Varias organizaciones civiles se han manifestado sobre los riegos que representa esta decisión para la salud reproductiva de las mujeres, principalmente para las más vulnerables. El fallo va de encuentro al pensamiento de más del 70 por ciento de los estadounidenses que consideran que las mujeres deben decidir sobre sus cuerpos.

El presidente Joe Biden, aseveró que la decisión del Supremo fue un error trágico y es el resultado de una ideología extremista debido a la supremacía conservadora del máximo ente judicial. Dijo que la salud y la vida las mujeres de su país está ahora en peligro. Pidió al Congreso que restablezca ese derecho a través de una ley federal.

Tras conocerse el fallo, miles de ciudadanos se volcaron a las calles en señal de protesta, también numerosas organizaciones que luchan por la igualdad de derechos alzaron su voz. Las repercusiones también se sintieron en el mundo político donde gobernadores, alcaldes, diputados y senadores reclamaron airadamente.

Por su parte, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, lamentó el fallo y lo calificó como un acontecimiento horrible, pues amenaza el derecho de las mujeres a elegir qué hacer con sus propios cuerpos. Aseveró que ningún gobierno, político u hombre debería obligar a una mujer a tener un embarazo no deseado.

Organizaciones internacionales también condenaron la decisión, varias entidades de Naciones Unidas la vieron como un retroceso. Restringir el acceso a la interrupción del embarazo no impide ese procedimiento, sólo hace que se vuelva más mortal e inseguro, se lee en la nota de la ONU. También se manifestó la Organización Mundial de la Salud, afirmando que el aborto seguro es asistencia sanitaria y salva vidas.

Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter

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