En amplios sectores políticos generó desasosiego la decisión tomada por el jefe del ejecutivo español Pedro Sánchez, en relación a la ruptura de la neutralidad del gobierno, en el conflicto entre el gobierno marroquí y el pueblo saharaui.
Uno de los conflictos internacionales de más difícil resolución es el de la población que habita la región del Sahara Occidental. Estas tierras eran colonia española hasta el año 1975, desde entonces, el gobierno marroquí invadió y se apoderó ilegalmente de ese territorio en 1976, hasta finalmente anexarlo, en agosto del año 1979.
La respuesta del pueblo saharaui ha sido de lucha constante por su independencia, ellos han formado la República Árabe Saharaui Democrática, reconocida por 84 países. El Frente Polisario es el movimiento que lidera la contienda por la autodeterminación del Sahara Occidental y su total independencia de Marruecos.
Los sucesivos gobiernos españoles han mantenido a lo largo de 47 años una postura neutra en este conflicto, pero por intentar resolver problemas migratorios con Marruecos, Sánchez decidió, al parecer sin consultar a sus pares, apoyar el Plan de Marruecos de autonomía del Sahara Occidental, medida rechazada vehementemente por el pueblo saharaui y por el Frente Polisario.
Esta ruptura de la neutralidad española ha sorprendido a la propia coalición del gobierno, Unidas Podemos ya ha demostrado su descontento y parlamentarios del propio PSOE afirmaron que desconocían tal decisión. Hasta la oposición criticó al presidente del gobierno, por entender que España debería mantener una política de Estado en el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación.
Será el turno de Pedro Sánchez de intentar calmar los ánimos, ya que de momento los cuestionamientos parecen bastantes serios. El tema saharaui, siempre ha sido particularmente sensible para amplios sectores de la sociedad española.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
