BIOMILQ, una nueva empresa de Carolina del Norte, habría creado una alternativa nutricionalmente comparable a la leche materna humana, excepto que esta leche no se produce en una glándula mamaria, sino en un biorreactor.
Para aquellas madres que no pueden amarmantar o que adoptaron o usaron sustitutas, tener otra opción para sus hijos además de la leche de fórmula podría cambiar las reglas del juego.
La cofundadora y directora científica de BIOMILQ, Leila Strickland, se encontró con sus propios problemas para producir leche suficiente cuando era mamá primeriza en 2009, al respecto expresó a The Guardian “Debido a que no estaba preparado para eso, lo encontró realmente aislado, sintió que habia algo mal en mi”
Strickland le dijo a CNN que aún pasarán entre tres a cinco años antes de que el primer producto BIOMILQ llegue al mercado. Mientras tanto, la startup necesita aumentar su producción y reducir los costos, así como persuadir a los reguladores para que aprueben su producto para un consumo seguro.
Aunque BIOMILQ está hecho con tejido humano, los expertos dicen que aún no será tan bueno como la leche materna normal.