Las fuerzas de seguridad mexicanas capturaron a Ovidio Guzmán, un presunto narcotraficante buscado por Estados Unidos y uno de los hijos del exjefe del cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en un operativo realizado la madrugada del jueves que desencadenó tiroteos y barricadas en la capital del estado occidental.
Luis Cresencio Sandoval, secretario de Defensa, dijo que personal del Ejército y la Guardia Nacional capturaron a un hijo de “El Chapo”. Sandoval lo identificó únicamente como Ovidio, de acuerdo con la política del gobierno.
Ovidio Guzmán, apodado “el Ratón”, no había sido uno de los hijos más conocidos de El Chapo hasta una operación fallida para capturarlo hace tres años. Ese intento desencadenó de manera similar la violencia en Culiacán que finalmente llevó al presidente Andrés Manuel López Obrador a ordenar al ejército que lo dejara ir.
La captura de alto perfil del jueves se produce pocos días antes de que López Obrador reciba al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para conversaciones bilaterales, seguidas de la Cumbre de Líderes de América del Norte con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Se espera que el tráfico de drogas, junto con la inmigración, sea un tema de conversación importante.
“Este es un golpe significativo para el cártel de Sinaloa y una gran victoria para el estado de derecho. No obstante, no impedirá el flujo de drogas hacia Estados Unidos. Con suerte, México lo extraditará a Estados Unidos”, dijo el jueves Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA.
Vigil dijo que Ovidio Guzmán estaba involucrado en todas las actividades del cártel, especialmente en la producción de fentanilo. Una acusación federal de 2018 en Washington, DC, acusó al joven Guzmán de conspirar para distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana en los Estados Unidos.
El CDC informó en julio pasado que más de 107,000 estadounidenses habían muerto por una sobredosis de drogas durante el año que finalizó en enero de 2022, la mayoría de ellos relacionados con opioides, incluido el fentanilo fabricado ilegalmente.
El enfoque de seguridad de López Obrador revirtió años de lo que llegó a conocerse como la estrategia capo de acabar con los líderes de los cárteles, lo que condujo a la fragmentación de los grandes cárteles y a sangrientas batallas por el dominio. López Obrador puso toda su fe en los militares, disolviendo la corrupta Policía Federal y creando la Guardia Nacional bajo mando militar.