La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha asumido un rol crucial en la carrera presidencial de 2024, reemplazando a Joe Biden en la lista de candidatos demócratas tras la renuncia del mandatario. Harris, quien promete continuar con gran parte de las políticas impulsadas por Biden durante su mandato, ha adoptado el lema de campaña “acabar el trabajo”, en referencia a los objetivos inconclusos del actual gobierno.
A lo largo de la campaña, Harris ha mantenido una postura firme en varios temas clave. Si bien su campaña ha presentado pocas propuestas nuevas, la vicepresidenta se ha centrado en iniciativas como la reducción de impuestos a las familias, el control de la especulación en el mercado de alimentos y la lucha contra la crisis de la vivienda, comprometiéndose a reducir los precios de compra y alquiler, así como a aliviar la deuda médica. En un reciente mitin en Las Vegas, ciudad impulsada por la industria hotelera, Harris abogó por eliminar los impuestos sobre las propinas pagadas a trabajadores de restaurantes y hoteles, un tema que también ha sido tocado por su rival republicano, Donald Trump.
A pesar de la falta de detalles en algunas de sus propuestas, Harris ha dejado en claro su compromiso con asuntos de gran relevancia, como el derecho al aborto, el control de armas y la justicia social. Ha prometido impulsar legislación que garantice el acceso al aborto a nivel federal, aumentar el salario mínimo, implementar una prohibición de armas de asalto y avanzar en reformas de derechos al voto. Estas propuestas son vistas como fundamentales para consolidar el legado progresista de la administración Biden y abordar problemas sociales que han generado divisiones en el país.
¿Qué sucede con Trump?
Por su parte, el expresidente Donald Trump ha redoblado sus esfuerzos por regresar a la Casa Blanca. Tras una gestión polémica que culminó con su derrota electoral en 2020, Trump busca completar lo que no pudo lograr durante su primer mandato. Ha centrado su campaña en promesas de endurecer las políticas migratorias, promover la independencia energética de Estados Unidos y reducir la influencia del gobierno federal. Trump también ha manifestado su apoyo a la eliminación de las protecciones del servicio civil y la expansión de políticas proteccionistas en materia de comercio.
Ambos candidatos representan visiones diametralmente opuestas sobre el futuro del país. Harris se posiciona como la heredera del legado progresista de Biden, buscando avanzar en la lucha contra el cambio climático, proteger los derechos de las minorías y garantizar la justicia económica. Trump, en cambio, defiende un enfoque de gobierno limitado, centrado en la desregulación y el fortalecimiento de la industria energética tradicional.
En temas de política exterior, Harris ha respaldado la postura de Biden en apoyo a Ucrania en su conflicto con Rusia, destacando la importancia de las alianzas internacionales, mientras que Trump ha cuestionado el apoyo estadounidense a la guerra y ha sugerido que podría llegar a acuerdos con Rusia que impliquen concesiones territoriales de Ucrania.
A medida que la campaña presidencial de 2024 avanza, queda claro que los votantes tendrán que elegir entre dos visiones radicalmente diferentes de Estados Unidos. Con Harris y Trump como principales contendientes, el futuro del país y su posición en el escenario global estarán en juego en una de las elecciones más trascendentales de la historia reciente.
Redacción de: Karen Rodríguez A.