La inteligencia artificial (IA) desempeña un papel cada vez más crucial en las operaciones militares de Estados Unidos, desde la vigilancia con drones hasta el mantenimiento predictivo de aeronaves. Ahora, el Pentágono busca intensificar su uso, con planes para desplegar miles de vehículos autónomos con IA para el año 2026, en un esfuerzo por mantenerse al día con China en el ámbito militar.
El proyecto, conocido como Replicator, tiene como objetivo impulsar la innovación en la defensa al aprovechar plataformas autónomas pequeñas, inteligentes, económicas y en gran número, según declaraciones de la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, en agosto.
A pesar de la incertidumbre en torno a la financiación y la escasez de detalles específicos, se espera que Replicator acelere la evaluación de la tecnología de IA apta para su implementación, incluso en sistemas de armamento. Sin embargo, esta iniciativa plantea interrogantes sobre el papel futuro de los humanos en el control de armas letales completamente autónomas.
Los avances en la velocidad de procesamiento de datos y las comunicaciones entre máquinas podrían llevar a un escenario en el que las personas se vean relegadas a roles de supervisión, a pesar de la insistencia de los funcionarios en que los humanos siempre mantendrán el control.
La posible implementación de armas letales en enjambres de drones plantea desafíos éticos y de seguridad. Varios países, incluyendo China, Rusia, Irán, India y Pakistán, están desarrollando este tipo de tecnologías, y ninguno ha respaldado el compromiso de Estados Unidos para un uso responsable de la IA militar
A pesar de la directiva de 2012 que exige una evaluación formal de los sistemas de armas letales autónomas antes de su despliegue, aún no está claro si el Pentágono está considerando activamente algún sistema de este tipo. Un portavoz del Pentágono declinó hacer comentarios al respecto.
El Pentágono tiene en marcha más de 800 proyectos no clasificados relacionados con la IA, la mayoría de los cuales están en fase de pruebas. Estas tecnologías, como el aprendizaje automático y las redes neuronales, están diseñadas para ayudar a los humanos a obtener información y optimizar procesos dentro de la defensa.
El avance de la IA en el ámbito militar plantea desafíos éticos, técnicos y de seguridad, y su desarrollo y uso futuro serán objeto de escrutinio y debate tanto a nivel nacional como internacional.
Redacción de: Karen Rodríguez