Con el objetivo de ponerle fin a dos años de tener las fronteras cerradas, Australia por fin ha tomado la decisión de reabrir sus fronteras únicamente a los viajeros vacunados. Una medida que sin dudas reactivará el sector turístico, la migración y la economía.
Si bien, en el mes de diciembre, el país había eliminado por completo los cierres intermitentes y había comenzado a relajar los controles fronterizos, todavía no había dado vía libre completa a la entrada de extranjeros, pero la reapertura, que entra en vigor el 21 de febrero, implica que, por primera vez desde marzo de 2020, las personas pueden viajar a Australia desde cualquier parte del mundo siempre que estén vacunadas. “Si recibió una doble vacuna, esperamos darle la bienvenida nuevamente a Australia”, dijo el primer ministro Scott Morrison.
El organismo gubernamental Tourism Research Australia reportó que, desde inicio de la pandemia, las pérdidas en el turismo nacional e internacional llegó a ser de $101.700 millones de dólares australianos ($72.000 millones de dólares); así mismo, hubo una caída en gastos de viajes internacionales de $44.600 millones de dólares australianos en el año fiscal 2018-19 a $1.300 millones de dólares australianos en 2020-21.
Al igual que en otras partes del mundo, Australia está registrando más casos de COVID-19 debido a la variante Omicron pero, teniendo en cuenta que esta variante es más contagiosa sin necesidad de ser igual de mortal que las cepas anteriores y con 9 de cada 10 australianos mayores de 16 años completamente vacunas, los nuevos casos y las hospitalizaciones se encuentra “bajo lo normal” y controlados. Hasta el pasado lunes, el país reportó un poco más de 23.000 nuevos casos, su nível más bajo para 2022 y lejos de un pico de 150.000 hace aproximadamente un mes.
Desde que se detectó el primer caso de Omicron en Australia en noviembre, se han registrado alrededor de 2,4 millones de casos. El total de muertes asciende a 4.248 desde que comenzó la pandemia.
