Varios poblados de Cuba aún luchan por recuperarse tras las devastadoras inundaciones que dejaron al menos siete muertos debido a la tormenta tropical Oscar. La tormenta, que tocó tierra en la isla como huracán de categoría 1, provocó fuertes lluvias y vientos que desbordaron ríos y afectaron gravemente la infraestructura local, especialmente en las provincias orientales.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, informó que las labores de rescate continúan en San Antonio del Sur, una de las áreas más afectadas, donde aún quedan zonas inundadas a las que los equipos de rescate no han logrado ingresar.
En La Habana, los residentes se enfrentan a un severo apagón que ha dejado grandes partes de la ciudad a oscuras desde el jueves pasado. A pesar de los esfuerzos del gobierno para restablecer el suministro eléctrico, solo el 80% de la ciudad tiene electricidad intermitente.
El apagón ha generado un ambiente de tensión social. Aunque las protestas han sido limitadas, el gobierno cubano ha emitido advertencias severas en televisión nacional, señalando que cualquier disturbio será castigado. Díaz-Canel insistió en que no se permitirán actos vandálicos ni alteraciones a la “tranquilidad del pueblo”, en referencia a las crecientes quejas por la falta de electricidad y otros servicios esenciales.
Esta crisis energética no es nueva para la isla. Desde las protestas masivas de julio de 2021, las más grandes en casi 30 años, Cuba ha visto cómo el descontento social se agrava debido a problemas económicos profundos, exacerbados por la pandemia y el embargo comercial que Estados Unidos ha mantenido durante más de seis décadas. En 2024, manifestaciones locales más pequeñas en octubre y marzo evidenciaron la persistente falta de soluciones.
Crisis energética y escasez de recursos
El ministro de Energía cubano, Vicente de la O Levy, advirtió que la tormenta Oscar ha añadido un nuevo obstáculo a los esfuerzos de recuperación, afectando importantes centrales eléctricas en las ciudades de Holguín y Santiago de Cuba. En particular, la planta Antonio Guiteras sufrió una falla el viernes pasado, agravando la situación energética del país.
Cuba está produciendo solo 1.300 megavatios de electricidad, mientras que la demanda máxima del país puede llegar a los 3.000 megavatios, lo que ha provocado apagones rotativos y restricciones energéticas en varias regiones.
El gobierno ha atribuido inicialmente los cortes eléctricos a una mayor demanda por parte de hogares y empresas que usan aires acondicionados. Sin embargo, el problema se ha agravado debido al envejecimiento de las plantas termoeléctricas y la falta de mantenimiento adecuado. Además, la escasez de combustible ha dificultado el funcionamiento de algunas instalaciones críticas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.