Joliet, Illinois, fue el escenario del último acto de violencia masiva en Estados Unidos el pasado domingo, donde un hombre de 23 años es sospechoso de disparar y matar a ocho personas, hiriendo a una novena, antes de quitarse la vida durante un enfrentamiento con la aplicación de la ley en Texas. Este incidente marca el cuarto asesinato en masa en el país en lo que va del año, según datos de The Associated Press y USA Today.
En menos de un mes, se han registrado al menos 20 muertes en estos cuatro incidentes, definiendo los asesinatos en masa como situaciones donde cuatro o más personas han perdido la vida en un período de 24 horas, excluyendo al perpetrador, según la misma definición utilizada por el FBI.
Estos trágicos eventos elevan la preocupación, ya que el país experimenta el segundo número más alto registrado de asesinatos y muertes en masa hasta ahora en un solo año. Solo el año pasado superó estas cifras, registrando seis asesinatos en masa y 39 muertes en el mismo período.
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La incidencia de estos eventos agresivos destaca la urgencia de abordar las causas subyacentes de la violencia armada en la sociedad estadounidense.
Otros tres asesinatos en masa ocurrieron en Tinley Park, Illinois, el 21 de enero, donde un hombre de 63 años mató a su esposa e hijas adultas en un tiroteo doméstico; en Richmond, Texas, el 13 de enero, donde un hombre de 46 años asesinó a su ex esposa y tres familiares más antes de suicidarse; y en Reedley, California, el 6 de enero, donde un joven de 17 años mató a cuatro miembros de una familia vecina.
Desde 2006, la base de datos muestra que ha habido 578 asesinatos en masa en los que 3.009 personas murieron y 2.037 resultaron heridas.
Este reciente aumento de la violencia masiva destaca la necesidad de abordar las cuestiones relacionadas con la seguridad y el acceso a armas de fuego en el país, en un esfuerzo por prevenir futuros episodios de este tipo.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
