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Crisis de agua en México: sequía, ola de calor y protestas

La crisis hídrica en México se ha intensificado de manera alarmante debido a una combinación de sequía severa, una ola de calor sin precedentes y escasez de agua, llevando incluso a la policía a bloquear el tránsito en protesta. 

En los últimos meses, los residentes de diversos vecindarios en la Ciudad de México han llevado a cabo manifestaciones frecuentes, formando cadenas humanas y bloqueando avenidas para exigir un suministro adecuado de agua. En abril, la crisis se intensificó cuando quejas sobre agua contaminada provocaron disturbios en sectores de clase alta de la ciudad.

El miércoles, algunos agentes de policía bloquearon seis carriles cerca del Monumento a la Independencia en la Ciudad de México, alegando la falta de agua en sus cuarteles y condiciones de trabajo insostenibles. Una mujer policía, que prefirió no dar su nombre por temor a represalias, expresó su frustración: “No tenemos agua para los baños… Nos hacen dormir en el suelo”. 

Las temperaturas extremas y la sequía han obligado a muchos edificios de la capital a depender de camiones cisterna para obtener agua, un recurso cada vez más escaso y costoso. 

Para el miércoles, se esperaban temperaturas de al menos 40°C en el 85% del país, y de al menos 45°C en un tercio del territorio. La cadena de tiendas de conveniencia OXXO ha limitado la compra de hielo a dos o tres bolsas por cliente debido al calor extremo.

¿Qué dicen las estadísticas?

Las estadísticas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) son alarmantes: casi el 40% de las represas de México están por debajo del 20% de su capacidad, y otro 40% se encuentra entre el 20% y el 50%. Esto ha llevado a la capital a reducir su suministro de agua, afectando incluso a las tiendas que se han quedado sin agua mineral. A nivel nacional, las autoridades han tenido que distribuir agua en camiones cisterna para hospitales y bomberos, y los bajos niveles en las represas hidroeléctricas han causado cortes de electricidad en varias regiones.

En el estado de Tabasco, la ola de calor ha sido tan intensa que monos aulladores han caído de los árboles, aparentemente afectados por golpes de calor. Al menos 138 de estos ejemplares, conocidos por sus fuertes vocalizaciones, han sido encontrados muertos desde el 16 de mayo, según el grupo Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta. 

La situación en México subraya la urgente necesidad de medidas efectivas para gestionar los recursos hídricos y enfrentar las consecuencias del cambio climático, que están afectando gravemente tanto a la población humana como a la fauna local.

Redacción de: Karen Rodríguez A.

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