Ocho creadores de contenido de TikTok presentaron una demanda contra el gobierno de EE. UU., desafiando una nueva ley federal que prohíbe la plataforma de redes sociales en todo el país si su empresa matriz, ByteDance, no vende sus participaciones en un año. La demanda argumenta que esta ley viola los derechos de libertad de expresión de la Primera Enmienda.
Los abogados de los creadores sostienen que TikTok es una herramienta esencial para la autoexpresión, el aprendizaje, la defensa de causas, la creación de comunidades y la generación de ingresos. Afirman que la nueva ley priva a los usuarios de estos derechos y del acceso a un medio distintivo de comunicación.
La denuncia incluye a diversos creadores, como un ranchero de Texas que ha aparecido en comerciales de TikTok, un creador de contenido en Arizona que promueve temas LGBTQ2S+ y un propietario de un negocio que vende productos de cuidado de la piel a través de TikTok Shop.
TikTok está cubriendo los costos legales de la demanda, que fue presentada en un tribunal de apelaciones de Washington. La demanda es gestionada por el mismo bufete de abogados que representó a los creadores que desafiaron la prohibición de TikTok en Montana el año pasado.
Contexto Geopolítico
La ley federal llega en un momento de rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China, con preocupaciones sobre la seguridad de los datos de los usuarios y el potencial uso de TikTok para difundir propaganda pro-China. La ley requiere que ByteDance venda TikTok a un comprador aprobado en nueve meses, con una posible extensión de tres meses si hay una venta en curso.
TikTok y ByteDance afirman que no sería viable operar en EE. UU. sin una venta, ya que el algoritmo clave para su éxito está protegido por el gobierno chino, que ha indicado que no permitirá su venta. La demanda argumenta que un TikTok exclusivo para EE. UU. sería inviable.
Los creadores solicitan que el tribunal declare la ley inconstitucional y emita una orden para impedir que el fiscal general Merrick Garland la haga cumplir. La disputa legal podría escalar hasta el Tribunal Supremo, marcando un punto crucial en la batalla por la libertad de expresión y la regulación de las plataformas de redes sociales en EE. UU.
Redacción de: Karen Rodríguez A.