En medio de tensiones nucleares, Corea del Sur debate la posibilidad de adquirir armas atómicas, cuestionando su alianza con Estados Unidos.
En un contexto marcado por la constante amenaza nuclear de Corea del Norte, Corea del Sur se encuentra en medio de un debate interno crucial sobre la adquisición de armamento nuclear. Los ejercicios militares anuales entre Corea del Sur y Estados Unidos buscan disuadir la agresión norcoreana, pero con la erosión de la confianza en la capacidad de EE. UU. para defender al país ante una posible amenaza nuclear, una mayoría de surcoreanos está considerando la posibilidad de armarse con armas nucleares.
El deseo de protegerse ante un imprevisible ataque nuclear de Corea del Norte ha llevado a un creciente apoyo en Corea del Sur para la obtención de armas nucleares o el regreso de las armas tácticas que EE. UU. retiró en los años 90. La incertidumbre radica en la duda de si un presidente estadounidense estaría dispuesto a utilizar armas nucleares para defender a Corea del Sur, sabiendo que ello podría desencadenar represalias norcoreanas que afectarían a millones de estadounidenses.
Este planteamiento refleja un cambio notable en la confianza de la alianza entre Corea del Sur y EE. UU., anteriormente considerada como una base sólida de la presencia militar estadounidense en Asia. La vibrante carrera armamentista nuclear a nivel mundial, con un incremento del gasto en armas nucleares por parte de varias naciones, incluidos Estados Unidos, Rusia, China, entre otros, alimenta el debate sobre la seguridad en la región.
El debate sobre la adquisición de armas nucleares por parte de Corea del Sur no solo representa un desafío para la alianza con EE. UU., sino que también podría tener consecuencias significativas en el delicado equilibrio de poder en Asia, poniendo en riesgo la paz que ha prevalecido hasta ahora en una región históricamente inestable.
Redacción de: Karen Rodríguez