El Congreso de Guatemala, controlado en su mayoría por el partido gobernante, se negó el miércoles a reconocer a los siete legisladores del partido Movimiento Semilla del presidente electo Bernardo Arévalo, luego de la suspensión de su partido a principios de esta semana.
Los legisladores declararon independientes a sus colegas del Movimiento Semilla en la última medida contra el partido desde la victoria de Arévalo el pasado 20 de agosto. Los fiscales han acusado al Movimiento Semilla de irregularidades al reunir firmas para el registro del partido años antes. El caso fue anunciado en julio después de que Arévalo ganara sorpresivamente un lugar en la segunda vuelta presidencial contra la ex primera dama Sandra Torres.
El fiscal anticorrupción, Rafael Curruchiche, informó oficialmente al Congreso sobre la suspensión del partido a pesar de las apelaciones judiciales pendientes. El gobierno estadounidense ha sancionado a Curruchiche por presuntamente obstruir investigaciones de corrupción.
Por su parte, el legislador del Movimiento Semilla, Román Castellanos, dijo el miércoles que la medida del Congreso fue arbitraria, ya que se hizo verbalmente en el Congreso sin que los miembros del partido fueran notificados por escrito. El impacto es que los legisladores del Movimiento Semilla no pueden ocupar puestos de liderazgo en el Congreso y pierden la presidencia del único comité del Congreso que ocupaban.
El organismo actuó de manera diferente en el caso del partido Unión Nacional Cambio, meses antes cuando su estatus de partido fue cancelado por el Tribunal Supremo Electoral. El partido aliado con el partido gobernante del presidente Alejandro Giammattei no hizo que sus legisladores fueran declarados independientes ni despojados de sus puestos de liderazgo en los comités.
La victoria de Arévalo preocupa a los poderes arraigados porque ha prometido reiniciar una campaña contra la corrupción.
Redacción de: Karen Rodríguez