El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estuvo en la capital canadiense, donde mantuvo conversaciones de alto nivel con el primer ministro Justin Trudeau y participó de una sesión conjunta en el Parlamento. Analistas de ambos países, consideraron que el encuentro fue fructífero y estrechó aún más los vínculos entre Ottawa y Washington.
Entre los varios temas tratados por los mandatarios, destacaron la expansión de un acuerdo migratorio del 2004, denominado Acuerdo de Tercer País Seguro, la modernización del sistema binacional Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), cómo manejar los minerales críticos, la ayuda a Haití y las relaciones con China y Rusia.
El diálogo sobre el tema fronterizo, tuvo como efecto inmediato el cierre de la frontera canadiense para los solicitantes de asilo, a través de un acápite en el tratado migratorio del 2004. La fecha límite fue el viernes a la medianoche, muchos migrantes disputaban para conseguir entrar, pasado el horario definido, decenas se quedaron sin poder ingresar.
Las negociaciones sobre el NORAD se vienen realizando hace algunos años y para Joe Biden ese encuentro significó mucho. Quedó acordada una inversión de 7 mil millones de dólares para el sistema de radares y otras actualizaciones para que Canadá reciba sus nuevos cazas F-35. Trudeau, se comprometió a que su gobierno también realizará mejoras sensibles.
Sobre los minerales denominados críticos, que son componentes fundamentales para la fabricación de semiconductores, vehículos eléctricos y armamentos modernos, los líderes garantizaron una cadena de suministro sólida y confiable. Canadá posee los minerales críticos que Estados Unidos no tiene como cobalto, litio y magnesio.
En relación a la ayuda a Haití, el gobierno canadiense se ha comprometido a enviar 100 millones de dólares de ayuda fresca, para auxiliar a la Policía Nacional del país caribeño. Sin embargo, no se compromete con ningún tipo de intervención militar. Estados Unidos propone crear una fuerza de seguridad, aunque no participe Canadá.
Finalmente, sobre la política exterior referente a China, parece que ambos mandatarios limaron asperezas y a pesar de las diferencias de enfoque del tema, la sensación de las autoridades estadounidenses es que Canadá estará alineado a las propuestas de Washington. Tradicionalmente, los gobiernos canadienses tuvieron relaciones amistosas con Pekín, no obstante, tras las prisiones de ciudadanos canadienses en China, todo cambió.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter