En un momento en el que el gobierno federal ha tomado medidas para disminuir el número de solicitantes de asilo e intenta traer menos inmigrantes, las autoridades se enfrentan a la posibilidad concreta de lidiar con solicitantes de asilo que escapan de Donald Trump.
La victoria del candidato republicano Donald Trump, en las recientes elecciones estadounidenses y su promesa de deportar a millones de indocumentados de ese país, ha dejado en alerta a las autoridades canadienses ante el riesgo de que quieran entrar al país.
La Real Policía Montada de Canadá (RCMP), se ha venido preparando durante meses para esta posibilidad, así lo hizo saber el sargento Charles Poirier, que afirmó que su institución ya tiene un plan de contingencia para evitar la inmigración ilegal e irregular hacia Quebec.
Según Poirier, es posible que un gran número de potenciales deportados intenten entrar a Canadá por cualquier parte de la frontera, dependiendo de la situación, será difícil pues los oficiales tendrán que recorrer grandes distancias para poder arrestar a todos, manifestó.
La historia se repite
Durante la primera presidencia de Donald Trump, que empezó el 2017, miles de personas cruzaron la frontera para pedir asilo, la gran mayoría utilizó la entrada de Roxham Road, ubicada entre Quebec y Nueva York. Tras un acuerdo bilateral, esa no es más una opción.
Según el acuerdo, quien quiera ser aceptado, debe ingresar por un cruce fronterizo oficial. Si lo hacen por cualquier otro lugar de la frontera de 8,891 kilómetros, de manera clandestina, serán inevitablemente rechazados. Algunos ya lo estarían haciendo, afirman.
Charles Poitier, aseveró que la policía federal está preparada para patrullar la frontera desplegando recursos adicionales para este fin. Además de necesitar del apoyo de cientos de agentes más, se utilizarán los cruceros, autobuses, remolques que sean necesarios.
Llegarían en un mal momento para las políticas del gobierno
Según expertos en temas migratorios, la llegada de Trump a la presidencia va a impactar en las políticas canadienses, ya que el gobierno federal recientemente ha reducido el número de inmigrantes permanentes y temporales, así como de las personas que piden asilo.
Otra de las preocupaciones, es saber qué sucederá en el invierno con las personas que intenten cruzar la frontera, en el pasado algunas personas perdieron la vida congeladas al tratar de entrar a Canadá, lugar donde imaginan, verán protegidos sus derechos.
Por su parte, el ministro de Inmigración, Marc Miller, dice que el gobierno tiene un plan para una afluencia de solicitantes de asilo y continuará preparándose para cualquier eventualidad y que el enfoque será siempre el que sea mejor para el país y para todos los que viven aquí.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte