El premier de Ontario, Doug Ford, afirmó que él y el primer ministro Justin Trudeau coinciden en que son necesarias algunas reformas urgentes en el sistema de atención a la salud, que no se habría recuperado totalmente tras la pandemia.
Ford, habló con la prensa después de una reunión que tuvo con el primer ministro. Dijo que como es obvio, el sistema de salud está funcionando irregularmente y que por ello, los líderes de ambos niveles de gobierno se comprometen a mejorarlo.
La reunión había sido solicitada por Trudeau, para discutir posibles soluciones a un sistema médico deteriorado, sin embargo, no habrían hablado sobre la Ley de Salud de Canadá, que garantiza una salud pública de calidad ofrecida por las provincias y territorios, con la participación y el apoyo del gobierno federal.
El encuentro se produjo en medio a la controversia por el proyecto de ley 7 promovido por los conservadores y que fue aprobado en tiempo record, sin audiencias públicas y sin un estudio detallado por parte de un comité legislativo.
La denominada “Ley de más camas, mejor atención”, liberará camas de hospitales para un posible aumento de gripe y COVID-19. Así, se enviaría a pacientes de edad avanzada, aunque no estuvieran totalmente recuperados a hogares de ancianos distantes y no escogidos por ellos.
Según especialistas, el proyecto de ley 7, apartará a los ancianos de sus familiares y amigos en el último periodo de sus vidas. Asimismo, se verían obligados a vivir en precarios hogares de cuidado. De negarse a abandonar los hospitales, probablemente serían multados en 1.800 dólares diarios.
Para políticos de oposición, esta medida es absolutamente innecesaria, cruel y despiadada. Entienden que esta medida, sería una cortina de humo para que el gobierno de Ontario inicie un proceso de privatización, empezando por entregar procedimientos médicos a la iniciativa privada, financiados con fondos públicos.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter