Un caso que conmovió a la ciudadanía de Toronto, volvió a los tribunales el lunes y la expectativa por el veredicto es grande, los involucrados esperan que tras haber transcurrido diez años del fatídico incidente, finalmente la investigación llegue a su fin.
Se trata de la muerte del joven Sammy Yatim de 18 años, mientras viajaba solo en un tranvía vacío en la ciudad de Toronto, Yatim poseía un pequeño cuchillo lo que habría ofuscado al oficial James Forcillo, que acabó victimándolo con nueve tiros, en julio de 2013.
Cómo se llevó el juicio
Tras un tenso juicio, James Forcillo, fue declarado inocente de asesinato de segundo grado relacionado con la primera ronda de disparos, no obstante, el tribunal lo declaró culpable del cargo menor de intento de asesinato relacionado con la segunda ronda de disparos. El jurado lo sentenció a seis años y medio de prisión y obtuvo su libertad condicional en 2020.
Según testigos del juicio, en los diversos eventos en los que participó, James Forcillo jamás mostró remordimiento por haberle quitado la vida a Sammy Yatim, ni siquiera cuando participó de la audiencia que le otorgó su libertad condicional. Su única preocupación era saber si había seguido correctamente su entrenamiento durante el episodio.
Repercusiones
La pregunta que muchos se hacen es, siendo Forcillo un oficial muy activo, con un historial de uso de fuerza desmedida en sus acciones, cómo es que ninguno de sus supervisores no haya notado nada. Cuando preguntado sobre si alguien en la policía le había hablado sobre su comportamiento o si le habían advertido sobre su brusquedad, las respuestas fueron no.
Otro aspecto que genera cierta inquietud entre los habitantes de Toronto, es si el entrenamiento dado a los oficiales de policía, principalmente en el aspecto psicológico, está alcanzando los objetivos trazados. La respuesta de James Forcillo, de que ninguno de sus superiores jerárquicos monitoreó o moldeó su comportamiento, es preocupante.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte