Los partidos de oposición al gobierno conservador de Ontario, cuestionan el manejo financiero de la actual administración de Doug Ford, en lo referente a la decisión de abrir para el desarrollo, partes del denominado cinturón verde (Greenbelt) de la provincia.
Afirman, que en las negociaciones en lugar de que los recursos vayan al erario público, algunos millones de dólares habrían sido destinados a corporaciones privadas. Según especialistas, esta decisión configura la peor gestión financiera de un activo público desde la liquidación de la autopista 407.
En la Reserva Agrícola Duffins Rouge, cerca de Pickering, se vendió una de las parcelas de tierra de 4,950 acres por un valor muy por debajo de lo que realmente vale. Según Victor Doyle, el planificador principal del Plan Greenbelt, esos terrenos urbanizables costarían actualmente unos 500 mil dólares por acre.
Además, la administración provincial debería mantener dichas tierras, una vez que existía la promesa de protegerlas a perpetuidad para la agricultura o abrirlas para el desarrollo, afirmó Doyle. Si el objetivo de este gobierno era abrirlas para el desarrollo, los beneficios no deberían favorecer al sector privado, comentó el especialista.
El Gerente del Programa Ambiental de Ontario, Phil Pothen, aseveró que esas tierras tienen un gran valor monetario y que el gobierno las regaló de un plumazo. Por su parte, el líder del Partido Verde, Mike Schreiner, consideró que se trata de una mala gestión financiera a gran escala. Finalmente, la oficina del ministro de Vivienda, Steve Clark, dice que las tierras en cuestión desde hace mucho tiempo están en manos privadas.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
