La esperanza de los conservadores federales de derrocar al gobierno de Justin Trudeau, se diluyó una vez más, tras la votación de este martes en la Cámara de los Comunes. Como en la primera ocasión, el bloque quebequense y los nuevos demócratas no apoyaron la moción.
El voto de desconfianza en el gabinete había sido presentado el pasado jueves y en la votación de este martes, fue rechazado por 207 parlamentarios, otros 120 votaron a favor. Tras la nueva derrota, los conservadores esperan presentar otra moción antes de navidad.
Antes de la votación, hubo un periodo de preguntas en el Parlamento, en el que se responsabilizó al gobierno liberal de duplicar los costos de la vivienda, de los elevados precios de los alimentos, de no controlar el crimen y penalizar el trabajo.
En la moción se leía que la Cámara había perdido confianza en el gobierno y ofrecía a los canadienses la opción de reducir el impuesto, construir viviendas, arreglar el presupuesto y detener el crimen. Básicamente, las mismas razones del primer pedido. Los conservadores tachan al gobierno liberal como el más centralizador de la historia reciente.
La frustración de los conservadores
En el análisis de los conservadores federales, no es más posible sustentar un gobierno de minoría que según ellos, ha fracasado. En verdad, muchos tenían expectativas de que al presentar una segunda vez la moción, podrían poner un fin al gobierno de Justin Trudeau.
Al ser derrotados por segunda vez, los conservadores emitieron un comunicado después de la votación, en el que alegan que tanto el Bloque Quebequense, como el Nuevo Partido Democrático (NDP), al apoyar a Justin Trudeau, han vendido a los canadienses.
El futuro de los liberales
Aun sobreviviendo a dos votaciones, el gobierno liberal de minoría no está seguro, hay una insatisfacción general con su gestión que se refleja en las encuestas, los conservadores lideran los sondeos de manera uniforme a nivel nacional, por más de 20 puntos de ventaja.
Por otro lado, Yves-Francois Blanchet, líder del bloque quebequense, ha estipulado una fecha límite para que los liberales aprueben el proyecto de ley de pensiones de su partido, cuyo costo sería de unos 16 mil millones en cinco años. De aprobarse, continuarán dando su apoyo al gobierno, dijo. No está nada fácil la sobrevivencia del primer ministro canadiense.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporte