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Canadá compensa Ross Wightman por una lesión causada por la vacuna COVID-19

En las primeras horas posteriores al Día de la Madre del año pasado, un día que pasó jugando en un partido de béisbol familiar, Ross Wightman, agente inmobiliario y padre de dos hijos de Okanagan, en el centro de la Columbia Británica, se despertó con un dolor de espalda insoportable.

Durante el próximo año, el dolor en su cuerpo se transformaría, mientras pasaba de ir al gimnasio y correr con sus hijos a solicitarle ayuda a su hijo de cuatro años para recoger papeles del suelo; el dolor en la espalda y los isquiotibiales dio paso a una parálisis parcial en la cara y debajo de la cintura, lo que provocó un daño nervioso secundario que lo dejó con poca conexión con las manos y los pies.

“No puedo mover los dedos de los pies, no puedo mover los tobillos, no puedo mover los pies”, dice el hombre de 40 años. “Y solo la incomodidad de los nervios: estoy tomando bastante medicamento para el dolor”.

Wightman expresa que se siente afortunado de que sus médicos hayan descubierto un diagnóstico probable desde el principio: el síndrome de Guillain-Barré, o GBS, una condición relativamente rara en la que su sistema inmunológico ataca sus nervios.

Una explicación más profunda tomó un poco más de tiempo, pero a fines de mayo llegó una carta de un nuevo programa canadiense, cuya junta de revisión médica había concluido que la causa “probable” de la condición de Wightman era la dosis única de AstraZeneca COVID-19, vacuna que había tomado 10 días antes de recoger un bate de béisbol en el juego familiar.

“Fue una reivindicación”, dice sobre la llegada de la carta, que se produjo después de meses de papeleo y presión para que se reconociera su caso. “Solo la sensación de alivio y, ‘Te lo dije’”.

Wightman se encuentra ahora entre los primeros en este país en ser compensado financieramente por sufrir una lesión “grave y permanente” relacionada con una vacuna contra el COVID, como parte del Programa de apoyo para lesiones por vacunas. Si bien el programa, VISP, para abreviar, es el primero para Canadá en su conjunto, los programas de compensación sin culpa por lesiones causadas por vacunas se han vuelto relativamente comunes en las últimas décadas, incluso en Quebec, Estados Unidos y el Reino Unido.

Hasta el momento, se han administrado aproximadamente 85 millones de dosis de la vacuna COVID en todo Canadá. Si observa a la sociedad en su conjunto, no hay duda de que la vacunación ha ayudado a reducir el número de víctimas mortales de la pandemia, señalan los expertos. Números recientes de Alberta, por ejemplo, sugieren que la tasa de mortalidad por COVID es más de cuatro veces mayor entre los no vacunados que entre los que han recibido al menos dos inyecciones. En todo el mundo, las vacunas han sido una medida para salvar vidas, una hazaña científica moderna frente a la amenaza de una pandemia.

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