Las autoridades canadienses mantienen su política de estudiar alternativas para que ciudadanos de más países tengan facilitado su ingreso al país. El objetivo del gobierno es impulsar la economía, el turismo y los negocios internacionales.
Los ciudadanos de México y Chile fueron los primeros beneficiados con esa apertura y desde el año 2016 no se les exige este requisito. Desde junio de este año, se sumaron a ellos, los viajeros provenientes de cuatro países más, Argentina, Costa Rica, Panamá y Uruguay.
El argumento presentado por el ministro de Inmigración de entonces, Sean Fraser, fue la necesidad de reforzar las relaciones de Canadá con esos países. Ahora la expectativa de muchos latinoamericanos, es si el actual ministro Marc Miller, amplía ese estatus especial.
Si bien es verdad, están exentos de una visa, con excepción de los mexicanos, a los otros se les pide que soliciten una autorización electrónica de viaje (eTA) y se requiere que hayan tenido un visado canadiense en los últimos 10 años o una visa válida de Estados Unidos.
Asimismo, la medida sólo es válida para las personas que ingresen a Canadá por vía aérea. A los viajeros que visiten el país ingresando por otras vías, como autobús, tren, barco o en coche, se les exigirá una visa de visitante al ingresar a Canadá.
La autorización de viaje electrónica (eTA), se obtiene en línea y cuesta siete dólares canadienses, para solicitarla sólo se requiere un pasaporte válido, una tarjeta de crédito, una dirección de correo electrónico y acceso a internet. Los viajeros que la utilicen podrán permanecer hasta seis meses en Canadá. La validez del documento eTA es de cinco años.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter