Miles de personas se congregaron este domingo en el paseo marítimo de Copacabana para celebrar la vigésima novena edición del Desfile del Orgullo LGBTIQ+, bajo el lema “Sumar para fortalecer”. En un ambiente festivo pero cargado de mensajes sociales, los asistentes reclamaron una sociedad más inclusiva y visibilizaron las luchas de la comunidad en un país con altos índices de violencia hacia personas LGBTQ+.
La manifestación, acompañada de música, banderas arcoíris y camiones decorados, destacó temas como la protección de la salud de las personas con VIH y la inclusión de personas trans, en un contexto donde Brasil lidera las cifras de asesinatos a esta minoría, según organizaciones internacionales. “Siempre tengo miedo por mi hermana trans”, confesó Helen Karajá, artista bisexual, reflejando la preocupación de muchos participantes.
Diversidad, sostenibilidad y derechos humanos
Más allá de la agenda LGBTQ+, el desfile incluyó mensajes en favor de la sostenibilidad, enfatizando la conexión entre la justicia ambiental y social. “Si no respetamos el medio ambiente, ¿cómo podremos respetar a las personas?”, expresó Alexia Soutinho, estudiante de 23 años. Los organizadores se comprometieron a reciclar los residuos generados durante la marcha, vinculando la lucha por derechos humanos con la preservación del planeta.
Sobre los camiones, destacaron figuras como Toni Reis y David Harrad, una de las primeras parejas del mismo sexo en casarse en Brasil tras la histórica decisión de 2011 de la Corte Suprema. Entre la multitud, Kelly Alessandra, enfermera y veterana en este tipo de eventos, celebró el creciente número de participantes: “Esto demuestra que las personas se están aceptando más. La vida es una sola, y tenemos el poder de ser quienes queremos ser”.
Un cierre vibrante a una semana intensa
El Desfile del Orgullo puso fin a una semana de intensa actividad en Río de Janeiro, que recientemente fue sede de la cumbre del G20. Mientras tanto, los ojos ya están puestos en el Orgullo de São Paulo, el mayor evento del país, que en junio reúne a más de un millón de personas. El desfile no solo reafirma la lucha por la visibilidad y los derechos de la comunidad LGBTQ+, sino que refleja un país en transición, enfrentando desafíos de aceptación y seguridad, pero avanzando hacia una mayor inclusión.
Redacción de: Karen Rodríguez A.