Alrededor de 1,4 millones de hogares en Sao Paulo continuaron sin electricidad, casi 24 horas después de que una poderosa tormenta azotara la ciudad más grande de Sudamérica. El fenómeno meteorológico, que incluyó ráfagas de viento de hasta 108 kilómetros por hora (67 millas por hora), dejó al menos siete personas fallecidas y provocó graves daños en infraestructuras.
Las autoridades del estado de Sao Paulo informaron que la tormenta, que ocurrió el viernes por la tarde, derribó líneas de transmisión y arrancó árboles, afectando tanto al suministro eléctrico como al servicio de agua en algunas áreas. La tormenta también obligó al cierre temporal de varios aeropuertos en la región.
Entre las víctimas se encuentra una persona que murió tras la caída de un árbol sobre un puesto de venta al aire libre. Otras seis personas perdieron la vida en áreas vecinas del estado.
Inicialmente, las autoridades esperaban restablecer el servicio eléctrico en pocas horas, pero para la tarde del sábado, amplias zonas de la región metropolitana —con una población de más de 21 millones de habitantes— seguían a oscuras. Ante esta situación, el gobierno local ha pedido a los ciudadanos que limiten el uso de agua potable.
Declaraciones oficiales
La empresa de servicios eléctricos Enel-Sao Paulo, responsable de gran parte del suministro en la zona afectada, informó que la tormenta dañó 17 líneas de transmisión de alta tensión. Aunque los reguladores han ordenado una inspección y advertido sobre posibles sanciones si los cortes no se solucionan rápidamente, la compañía no ha dado una fecha estimada para el restablecimiento total del servicio.
El alcalde de Sao Paulo, Ricardo Nunes, ha sido duramente criticado por la gestión de la crisis, ya que es la segunda vez en pocos meses que un evento meteorológico provoca apagones masivos en la ciudad.
Redacción de: Karen Rodríguez A.