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Bashar al Asad acepta abrir cruces fronterizos en la zona bajo control de los rebeldes para permitir el paso de la ayuda humanitaria

El Gobierno sirio de Bashar al Asad aceptó abrir temporalmente dos cruces fronterizos adicionales entre Turquía y la zona del noroeste del país bajo control rebelde para facilitar el suministro de ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto.

Así lo comunicó el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, a los miembros del Consejo de Seguridad luego de un encuentro en Damasco con el mandatario de Siria. Este paso tendría una duración inicial de tres meses.

Hasta ahora, la ONU y sus socios humanitarios solo estaban autorizados a usar el paso de Bab al Hawa, entre territorio turco y la provincia siria de Idlib, en virtud de una resolución que les permite suministrar ayuda a esta zona opositora sin permiso del Gobierno sirio.

Aunque la organización reclama más accesos desde hace años, la tragedia llevó a Naciones Unidas a buscar de urgencia la apertura de estas dos nuevas vías para entrega ayuda a la población, y fue con esa intención que Griffiths viajó a Damasco.

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