Uno de los hechos más vergonzosos de la historia argentina es el denominado la Masacre de Napalpí. Hace casi 98 años, un 19 de julio de 1924, las fuerzas públicas y los colonos fusilaron a más de 400 miembros de los pueblos originarios Qom y Mogoit. Esta masacre ha sido considerada un crimen de lesa humanidad.
Ese 19 de julio, miembros de esas etnias fueron asesinados, mutilados y enterrados en fosas comunes, entre las víctimas había hombres, mujeres, niños y ancianos. Los actos bárbaros perpetraros siguieron durante meses con la intención de no dejar rastros y eliminar a quienes habían sobrevivido.
El pecado de los nativos fue reclamar por las pésimas condiciones de vida que llevaban, trabajaban en los campos en condiciones de esclavitud y eran sometidos a todo tipo de abusos y atropellos. Todo lo que ellos reivindicaban, era una vida mínimamente justa y lo que encontraron fue la muerte.
Por el hecho de haber pasado tanto tiempo y porque los responsables están muertos, este es un juicio por la búsqueda de la verdad, no habrá imputados. Sin embargo, este juicio es también una llamada de atención al Estado, no sólo por la responsabilidad de sus agentes, sino también por haber permitido que esta masacre permaneciera silenciada y oculta.
El año 2019, la justicia federal argentina declaró este crimen como de lesa humanidad, por lo tanto, imprescriptible. Esto fue posible, gracias a que los pueblos Qom y Mogoit, a pesar del tiempo transcurrido, jamás olvidaron lo sucedido y a la lucha por justicia por parte de los sobrevivientes y de sus familiares.
El juicio de la Masacre de Napalpí, se lleva a cabo en la Casa de las Culturas, en la ciudad de Resistencia, en la provincia del Chaco. En el proceso, declararán descendientes de las víctimas y se apreciarán en las audiencias, los resultados de una investigación realizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Este juicio, es el primero de este tipo en la historia de Argentina.
Redacción de: J.Bendezu, LJI Reporter
