Decenas de activistas por los derechos de los animales vestidos como dinosaurios fueron perseguidos el martes por otros activistas por las calles de la ciudad española de Pamplona para protestar contra la supuesta crueldad animal en el mundialmente famoso festival de San Fermín.
En la protesta del martes, se suponía que los dinosaurios representaban toros y la multitud detrás de los juerguistas de San Fermín. Los activistas portaban pancartas que decían “La tauromaquia es prehistórica y comentaron que el punto era mostrar que las carreras podían ser alegres y sin crueldad hacia los animales.
Fue la 18ª protesta anual encabezada por Personas por el Trato Ético de los Animales, PETA, y la ONG española AnimalNaturalis. Las manifestaciones suelen celebrarse un día antes del inicio de la fiesta con el tradicional “chupinazo” estruendo de fuegos artificiales a mediodía en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona.
“Las corridas de toros son la larga ejecución ritualizada de toros y muchos turistas que vienen a las corridas de toros en realidad no se dan cuenta de que los mismos toros con los que corren por un par de calles son asesinados más tarde en la plaza de toros ese día”, señaló Chelsea Monroe, oficial sénior de campañas digitales de PETA.
“Son apuñalados una y otra vez durante 20 minutos hasta que mueren. Queremos que los turistas sepan que su dinero está apoyando esta industria realmente cruel”, dijo Monroe.
Las protestas hacen poco para desalentar el entusiasmo por San Fermín, que normalmente ve a la población de Pamplona de 200.000 crecer a alrededor de 1 millón durante los días pico del festival de nueve días.
El festival estuvo suspendido durante los últimos dos años debido a la pandemia de coronavirus. Las autoridades temen que las actividades multitudinarias en el festival también puedan provocar un aumento importante de infecciones este año.
El punto culminante del festival es el “encierro” temprano en la mañana, en el que miles de personas corren como locas para evitar seis toros que embisten a lo largo de una ruta serpenteante y adoquinada hacia la plaza de toros de la ciudad.