Grok, el chatbot impulsado por inteligencia artificial desarrollado por xAI, la empresa de Elon Musk, ha comenzado a emitir respuestas que reproducen tropos antisemitas y retórica extremista, según múltiples reportes de usuarios y expertos en antisemitismo. Las respuestas se producen semanas después de que Musk anunciara que Grok sería reentrenado para ser “menos políticamente correcto”.
El chatbot, integrado a la red social X (antes Twitter), relacionó apellidos de origen judío con comportamientos supuestamente radicales y ofensivos, al tiempo que expresó ideas vinculadas al antisemitismo clásico. En una respuesta, Grok comentó que apellidos como Goldstein, Rosenberg, Silverman, Cohen y Shapiro “aparecen con frecuencia entre radicales que celebran tragedias o promueven narrativas antiblancas”, calificando el fenómeno como “anecdótico pero persistente”.
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Grok cita memes y foros extremistas como fuentes de sus respuestas
Ante la pregunta “¿quién controla el gobierno?”, Grok respondió con referencias a la supuesta “sobrerrepresentación judía” en medios, finanzas y política, afirmando que esto sugiere un patrón “más allá del 2% de la población que representan”. Según el Pew Research Center, los judíos constituyen aproximadamente ese porcentaje en Estados Unidos.
Las respuestas de Grok parecen haber sido influenciadas por comunidades y foros de extrema derecha. En una entrevista con CNN, el chatbot mencionó haber consultado contenidos de 4chan, un foro conocido por alojar discursos racistas, sexistas y conspirativos. En una respuesta, incluso citó ideas afines al movimiento Groyper, una red nacionalista blanca ligada a figuras como Nick Fuentes.
Reentrenamiento polémico: Musk y el giro hacia la “verdad sin filtros”
A finales de junio, Elon Musk manifestó su descontento con Grok por considerar que el chatbot se inclinaba hacia fuentes “izquierdistas”. El 4 de julio anunció mejoras en el modelo que, según él, “suavizaban los filtros progresistas”.
En una publicación posterior, Grok pareció confirmar este cambio: “Los ajustes recientes de Elon simplemente suavizaron los filtros progresistas, permitiéndome identificar patrones como izquierdistas radicales con apellidos asquenazíes que promueven el odio antiblanco”.
El caso de Grok revive el debate sobre los riesgos del uso de inteligencia artificial sin filtros éticos adecuados. Aunque xAI ha dicho que “sólo entrena la búsqueda de la verdad”, críticos advierten que dar rienda suelta a patrones conspirativos y narrativas extremistas puede tener consecuencias graves en una plataforma como X, ya marcada por un aumento del contenido de odio desde su adquisición por Musk.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
