En su primer discurso como ministro de Inteligencia Artificial de Canadá, Evan Solomon delineó un giro estratégico en la política nacional sobre IA, afirmando que el gobierno buscará capitalizar los beneficios económicos de la tecnología, reduciendo el énfasis en la regulación estricta.
Durante un evento organizado por el grupo de expertos Canadá 2020 en Ottawa, Solomon subrayó que el país abandonará la “excesiva indexación de advertencias y regulaciones” y adoptará un enfoque más pragmático para asegurar que la IA se convierta en un motor de crecimiento económico.
Menos trabas, más impulso económico
“Reglamentar no es encontrar una silla de montar para el potro salvaje llamado innovación en IA. Es asegurarnos de que el caballo no patee a la gente en la cara”, dijo Solomon, en referencia a los riesgos de la tecnología. En ese sentido, afirmó que la regulación se centrará en dos áreas clave: la protección de datos y la privacidad de los ciudadanos.
El ministro también señaló que el proyecto de ley anterior sobre IA y privacidad, que no fue promulgado antes de las elecciones, “no ha desaparecido”, pero deberá adaptarse al nuevo contexto global y tecnológico. Según Solomon, los intentos internacionales de restringir la IA no han tenido éxito: “Estados Unidos y China no tienen intención de aceptar ninguna restricción ni regulación”.
Solomon dejó claro que Canadá no actuará de forma aislada. “Regular en solitario es una pérdida de tiempo”, aseguró, indicando que cualquier avance normativo debe ser gradual y coordinado con otros países.
Para el ministro, una política eficaz de IA es clave para el “destino económico” del país. En ese marco, anunció que su cartera trabajará activamente en fortalecer los centros de datos, fomentar la investigación, proteger la propiedad intelectual canadiense y, sobre todo, impulsar la comercialización de la tecnología desarrollada en el país.
Cuatro prioridades para una nueva era de IA
El ministro presentó cuatro ejes estratégicos para su mandato: 1) Ampliar la industria de IA canadiense, especialmente mediante el respaldo a empresas líderes como Cohere. 2) Aumentar la adopción de IA, con énfasis en pequeñas y medianas empresas. 3) Fortalecer la confianza del público, promoviendo una IA transparente y segura. 4) Garantizar la soberanía tecnológica, protegiendo la infraestructura y capacidades clave. Solomon también propuso utilizar al gobierno como una “política industrial activa” para apoyar a las empresas nacionales de IA y posicionarlas como líderes globales.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
