Uno de cada cinco inmigrantes recientes en Canadá vivía por debajo de la línea de pobreza en 2022, y la mayoría de ellos se encontraba en situación de pobreza extrema, según un informe de Statistics Canada. La pobreza extrema se define como aquella en la que los ingresos de una persona o familia son inferiores al 75% del umbral necesario para costear una canasta básica de bienes y servicios esenciales.
El informe destaca que los inmigrantes recientes son uno de los grupos más afectados por la pobreza en Canadá, junto con personas con discapacidades, familias monoparentales y adultos solteros sin familiares. En términos generales, el 60% de los canadienses que viven por debajo de la línea de pobreza tienen alguna discapacidad. Además, casi la mitad de las personas en esta condición, un 46,1%, viven solas sin el apoyo de una familia económica.
Las familias monoparentales también enfrentan una situación crítica, con un 25% viviendo en pobreza y un 10% en pobreza extrema. Las cifras varían por provincia, y el informe indica que Nueva Escocia registró la tasa de pobreza más alta del país en 2022, con un 12,5% de la población afectada. Columbia Británica le sigue con un 12,2%, Manitoba con un 11,9% y Terranova y Labrador con un 11,4%. Manitoba, además, tuvo la tasa más alta de pobreza extrema, alcanzando el 6,9% de la población.
El informe también destaca que los inmigrantes recientes enfrentan barreras adicionales para salir de la pobreza. Muchos llegan a Canadá con formación académica y experiencia profesional, pero sus credenciales no son reconocidas, lo que los obliga a aceptar empleos precarios, mal remunerados o temporales. A esto se suma la falta de políticas de regulación del costo del alquiler y el acceso limitado a viviendas asequibles, factores que agravan su situación económica.
¿Qué dicen los expertos?
Janet Madume, directora ejecutiva del Consejo del Patrimonio de Welland y del Centro Multicultural en Ontario, señaló que la pobreza entre los inmigrantes no es un problema individual, sino un fallo sistémico. Según Madume, si el gobierno no interviene con medidas concretas, la situación seguirá empeorando. Agregó que se requieren cambios en las políticas públicas para incrementar los ingresos de todos los trabajadores, pero que los inmigrantes recientes enfrentan desafíos específicos, como el racismo sistémico en el mercado laboral y la falta de reconocimiento de sus títulos profesionales.
Ante este panorama, organizaciones sociales y expertos instan a los gobiernos a tomar medidas urgentes para abordar la pobreza entre los inmigrantes y otros grupos en riesgo. Algunas de las soluciones propuestas incluyen el reconocimiento de credenciales extranjeras para facilitar la inserción laboral de los inmigrantes en empleos mejor remunerados, el aumento de los programas de beneficios y ayudas económicas para familias vulnerables, y la implementación de políticas que regulen los costos de la vivienda y el alquiler. También se destaca la necesidad de recopilar datos desglosados por origen racial y condición migratoria para diseñar estrategias más efectivas.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
