Equipos de rescate revisaron hoy las zonas más afectadas de la región valenciana en busca de cuerpos tras las devastadoras inundaciones que han dejado al menos 158 muertos, con 155 fallecidos confirmados en Valencia, la zona más golpeada. Los daños provocados por las lluvias torrenciales, que comenzaron el martes por la noche, han conmocionado al país y han dejado una estela de destrucción y luto en una de las catástrofes naturales más mortíferas que se recuerdan en España.
Las fuertes lluvias transformaron las calles en ríos mortales, arrasando viviendas, negocios y vehículos, y dejando comunidades enteras sepultadas en barro y escombros. Los servicios de emergencia, con el apoyo de helicópteros, rescataron a unas 70 personas atrapadas en tejados y automóviles, pero la búsqueda de víctimas continúa.
El cambio climático, que ha agravado las sequías y el aumento de temperaturas en España, ha sido señalado como un factor que ha aumentado la probabilidad de lluvias tan extremas. Los meteorólogos confirmaron que, en solo ocho horas, cayó más lluvia en Chiva, Valencia, que en los últimos 20 meses.
El desastre natural ha dejado una situación de precariedad en muchas áreas. La región valenciana, parcialmente aislada por las carreteras y ferrocarriles interrumpidos, enfrenta un grave desafío para abastecer a la población, especialmente a aquellos en áreas rurales.
Autoridades movilizadas y rescates en curso
El ministro de Transportes, Óscar Puente, confirmó que aún hay fallecidos dentro de varios vehículos. Unos 1.000 militares han sido desplegados para ayudar en las labores de rescate, y la región ha sido declarada en luto oficial por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se reunió con las autoridades en Valencia.
Las autoridades locales y el Gobierno central trabajan para restablecer el acceso a suministros básicos y para reabrir vías y carreteras. Las severas inundaciones han dejado unas 150,000 personas sin electricidad en la ciudad de Valencia, y muchos más en la región enfrentan falta de agua potable.
A medida que se disipaba la conmoción inicial, la falta de suministros y la crisis de infraestructura han llevado a un aumento de saqueos. La Policía Nacional ha detenido a 39 personas por robo en supermercados y tiendas dañadas, mientras algunos explican que se han visto obligados a tomar alimentos debido a la falta de electricidad y agua potable.
La situación en Valencia sigue siendo crítica mientras las autoridades trabajan sin descanso para encontrar a los desaparecidos, restablecer los servicios esenciales y responder a una catástrofe sin precedentes.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
