El gobierno de Joe Biden anunció la imposición de prohibiciones de visa al expresidente ecuatoriano Rafael Correa, su exvicepresidente Jorge Glas, y sus familiares directos, debido a su implicación en actos de corrupción durante su tiempo en el poder. Según el comunicado del Departamento de Estado, Correa y Glas, junto con sus cónyuges e hijos, ya no podrán ingresar a Estados Unidos.
La medida responde a las condenas por corrupción que ambos exfuncionarios enfrentan en Ecuador. Correa, quien gobernó entre 2007 y 2017, fue sentenciado en 2020 a ocho años de prisión en el llamado caso Sobornos 2012-2016, aunque ha vivido en Bélgica desde 2017, donde se encuentra en calidad de refugiado. Glas, por su parte, cumple varias condenas, incluidas sentencias por asociación ilícita y peculado, en relación con sobornos vinculados a la constructora brasileña Odebrecht.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, declaró que “Correa y Glas abusaron de sus cargos al aceptar sobornos, incluso a través de contribuciones políticas, a cambio de otorgar contratos gubernamentales favorables”. En apoyo a los esfuerzos de Ecuador por promover la transparencia en el gobierno y combatir la corrupción, Miller reafirmó el compromiso de Estados Unidos de enfrentar la corrupción global, especialmente en los niveles más altos de poder.
Entre los familiares afectados por esta prohibición están la esposa de Correa, Anne Malherbe Gosselin, y sus tres hijos, Sofía, Anne Dominique, y Rafael Miguel Correa, así como la esposa de Glas, Cinthia Díaz Aveiga, y su hijo Jorge Glas Díaz.
Correa fue condenado como autor mediato de cohecho agravado, en un esquema en el que se reveló que contratistas del Estado realizaron aportes irregulares en beneficio del partido oficialista. Además de Glas, otras figuras clave de la llamada Revolución Ciudadana también fueron implicadas, como María de los Ángeles Duarte, quien escapó de la justicia tras abandonar la Embajada argentina en Quito.
Glas, que guarda prisión en la cárcel de máxima seguridad La Roca, ha enfrentado múltiples acusaciones, incluyendo el caso Singue, un bloque petrolero cuya adjudicación se determinó que causó un perjuicio millonario al Estado. Aunque su condena en este caso fue anulada por un tribunal en 2022 debido a fallos en el debido proceso, sigue bajo investigación por otros delitos, como malversación de fondos e intimidación.
La decisión de Estados Unidos se produce en un contexto de tensiones diplomáticas entre Ecuador y México, tras la captura de Glas dentro de la Embajada de México en Quito en abril de este año, una acción que llevó a la ruptura de relaciones entre ambos países y a la presentación de demandas mutuas ante la Corte Internacional de Justicia.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
