El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ha sido acusado formalmente de cargos penales federales, según confirmaron fuentes cercanas al caso. La acusación, aún sellada, surge tras una investigación de meses por presuntas violaciones en el financiamiento de su campaña y tráfico de influencias, incluyendo posibles conexiones con intereses extranjeros. Esta es la primera vez en la historia que un alcalde en funciones de Nueva York enfrenta una acusación penal.
Adams, quien fue elegido en 2021 con una plataforma de ley y orden, ahora enfrenta una de las mayores crisis de su carrera política. Las investigaciones se aceleraron en noviembre del año pasado, cuando el FBI allanó la casa de su principal recaudadora de fondos, Brianna Suggs, y confiscó dispositivos electrónicos de varios de sus asesores de alto rango. Entre ellos estaban el comisionado de policía Edward Caban, el rector de escuelas David Banks, y otros funcionarios clave. Las indagaciones se centran en la posible manipulación de donaciones y tráfico de influencias para conseguir beneficios personales y políticos dentro de su administración.
En respuesta a las acusaciones, Adams emitió un comunicado defendiendo su inocencia: “Si me acusan, soy inocente y lucharé con cada onza de mi fuerza y espíritu”. Hasta ahora, el alcalde ha rechazado cualquier sugerencia de renuncia, a pesar de la creciente presión política.
Además de los problemas legales, la administración de Adams se ha visto afectada por una serie de dimisiones en su equipo. Edward Caban, el comisionado de policía de la ciudad, y David Banks, el rector de escuelas, anunciaron sus renuncias poco después de que sus dispositivos fueran confiscados por el FBI en allanamientos recientes. El alcalde ha prometido seguir trabajando para la ciudad y permitir que las investigaciones federales sigan su curso.
Si Adams decidiera renunciar o fuera destituido, el defensor público de la ciudad, Jumaane Williams, asumiría temporalmente el cargo, convocando elecciones especiales. Sin embargo, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, también tiene la facultad de destituir al alcalde. Hasta el momento, la oficina de Hochul no ha emitido declaraciones sobre la situación, pero fuentes cercanas al ejecutivo estatal indican que la gobernadora sigue de cerca los acontecimientos.
Impacto en la administración y la ciudad
La popularidad de Adams, que llegó al cargo con la promesa de reducir el crimen y restaurar la estabilidad en Nueva York tras la pandemia de COVID-19, ha disminuido notablemente en los últimos meses.
Si bien la ciudad ha visto mejoras en el empleo y reducciones en ciertas categorías de delitos, la administración de Adams ha sido duramente criticada por su manejo de la crisis migratoria. Más de 100.000 inmigrantes han llegado a la ciudad en el último año, colapsando los sistemas de refugios y servicios sociales. Esto ha desatado un conflicto entre el gobierno estatal y la ciudad sobre cómo gestionar la afluencia de migrantes.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
