La Policía Federal brasileña llevó a cabo una vasta operación contra la minería ilegal en la Amazonía, centrada en una organización criminal que financió la extracción y venta de 3,1 toneladas de oro de origen oculto mediante documentos falsos. La operación se concentró principalmente en el sur del estado de Pará, una región donde la minería ilegal ha aumentado significativamente, afectando tierras protegidas y reservas indígenas.
El comunicado oficial reveló que se detectaron al menos 3,14 toneladas de oro ilegal, cuyo origen fue encubierto mediante declaraciones fraudulentas. Este oro fue refinado principalmente en São José do Rio Preto, en el estado de São Paulo, donde se fundía con oro legal, lo que complicaba su rastreo. La ciudad cuenta con una próspera industria joyera, y el oro ilegal era transformado en lingotes junto al oro legal, lo que permitía a los involucrados evadir la ley.
Confiscaciones y arrestos
Durante el operativo, las autoridades ejecutaron más de dos docenas de órdenes de arresto, registro e incautación, incluyendo la confiscación de 2.900 millones de reales (514 millones de dólares) en efectivo y bienes. Entre los bienes incautados se encuentran vehículos, motocicletas, joyas y pepitas de oro. Cuatro empresas fueron suspendidas, se revocaron seis licencias mineras y permisos de posesión de armas, y se destituyó a cuatro funcionarios del gobierno local, como parte de la investigación.
Además, se descubrió la participación de miembros de comunidades indígenas en la red criminal, lo que agrega una dimensión crítica al problema, ya que muchas de estas actividades ilegales se realizan en tierras indígenas protegidas, que deberían estar bajo especial cuidado y conservación.
Impacto de la minería ilegal en la Amazonía
La minería ilegal en la región amazónica ha tenido graves consecuencias ecológicas y sociales. Gran parte de la actividad minera se desarrolla en áreas de reserva natural y tierras indígenas, afectando ecosistemas vitales y desplazando a comunidades locales. El oro extraído de manera ilegal no solo afecta el medio ambiente, sino que también alimenta economías clandestinas, facilitando el lavado de dinero y el financiamiento de actividades ilícitas.
Las autoridades ahora investigan más a fondo el origen de este oro, para determinar si se utilizaba exclusivamente minería no autorizada.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
