Los padres del adolescente Ethan Crumbley, quien abrió fuego en la escuela Oxford High School en 2021, fueron sentenciados el martes al menos a 10 años de prisión cada uno. Este caso marca la primera vez que los padres del victimario son condenados por un tiroteo masivo en una escuela en Estados Unidos.
Los Crumbley fueron hallados culpables de homicidio involuntario debido a su negligencia en asegurar un arma en su hogar y su falta de atención a la salud mental de su hijo adolescente, Ethan Crumbley. Ethan, quien ahora tiene 17 años, está cumpliendo cadena perpetua por asesinato y otros delitos relacionados con el tiroteo.
La jueza Cheryl Matthews, al dictar la sentencia, afirmó que las acciones de los padres no se reducen a una mala crianza, sino a una serie de actos repetidos, o falta de ellos, que podrían haber evitado la tragedia.
Los familiares de las víctimas instaron al juez a imponer una sentencia de al menos 10 años a los padres, calificándolos de padres fallidos cuya negligencia causó cuatro muertes y sumió a la comunidad en la tragedia.
Una tragedia que pudo evitarse
Durante la audiencia, se recordaron momentos simples de la vida cotidiana de las víctimas, mientras los familiares expresaban su dolor y enojo hacia los Crumbley. Nicole Beausoleil, madre de Madisyn Baldwin, confrontó a los padres, recordando cómo mientras ellos compraban un arma para su hijo, ella ayudaba a su hija con los trámites universitarios.
Los fiscales argumentaron que acciones tan simples como prestar atención a las señales de alerta podrían haber evitado la tragedia. Durante el juicio, se reveló que Ethan había dibujado imágenes inquietantes acompañadas de frases preocupantes, pero sus padres no tomaron medidas adecuadas.
El caso ha generado un debate sobre la responsabilidad de los padres en tragedias como esta y destaca la importancia de la atención a la salud mental y el control de armas en el país.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
