Funcionarios venezolanos anunciaron el martes que las tan esperadas elecciones presidenciales se celebrarán el 28 de julio, coincidiendo con el cumpleaños del difunto líder del país, Hugo Chávez. Este anuncio ha desencadenado una serie de preocupaciones y debates sobre la participación de la principal candidata de la oposición y la presencia de observadores internacionales.
Se espera que el presidente Nicolás Maduro se postule para la reelección, mientras que su gobierno ha estado negociando los detalles de las elecciones con una facción de la oposición respaldada por Estados Unidos. Sin embargo, las discrepancias entre las partes han aumentado en los últimos meses, generando incertidumbre sobre el proceso electoral.
La fecha anunciada por el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, cumple con al menos una demanda de la oposición de que las elecciones se celebren en la segunda mitad del año. Aunque en octubre se acordó un amplio cronograma para las elecciones de 2024, las diferencias políticas han generado tensiones sobre la implementación de este acuerdo.
La prohibición de María Corina Machado, la adversaria más fuerte de Maduro, para postularse este año, ratificada por el máximo tribunal del país en enero, ha aumentado las preocupaciones sobre la transparencia y la equidad del proceso electoral. Amoroso, quien anteriormente firmó la prohibición de Machado, no hizo referencia a su candidatura durante el anuncio del martes.
¿Qué dicen los expertos?
Expertos en política venezolana sugieren que el gobierno de Maduro busca mantener vivo el acuerdo de Barbados mientras presiona a la oposición para dividirla o desmotivarla. La rápida aproximación de la fecha de las elecciones dificulta la preparación de observadores internacionales, quienes suelen necesitar varios meses para organizar y desplegar una misión de observación electoral.
La Plataforma Unitaria, respaldada por Estados Unidos, y el gobierno de Maduro acordaron en octubre que las elecciones deberían celebrarse en la segunda mitad del año, lo que llevó a un alivio parcial de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos. Sin embargo, las tensiones políticas persisten y plantean desafíos significativos para el proceso electoral.
Mientras tanto, María Corina Machado ha insistido en que los votantes, y no los leales al partido gobernante, deben decidir sobre su candidatura. Aunque ha llamado a la calma y la firmeza a sus seguidores, no ha ofrecido detalles sobre cómo planea superar la prohibición en su contra.
En este contexto, la carrera presidencial venezolana se presenta llena de incertidumbres y tensiones políticas, con Maduro buscando una nueva reelección en medio de una crisis política, social y económica que ha afectado profundamente al país en la última década.
Redacción de: Karen Rodríguez A.
